ARQUITECTURA ROMÁNICA

ARQUITECTURA ROMÁNICA

El origen del arte románico está en la reforma de Cluny y por las cuantiosas donaciones que reciben y que les permiten acometer obras arquitectónicas y de grandes dimensiones. La Abadía de cluny es el primer monumento con todas las características fundamentales del estilo, lo que s etransmite a través de las vías de peregrinación y sus portadores son los propios monjes que son los arquitectos de la época.

Por eso la arquitectura románica es clerical, los cluniacienses recorren la principal vía de peregrinación de la época: El camino de Santiago, y va sembrando su huella con iglesias y monasterios, aunque el primer foco auténtico de románico es el norte de Italia, de Lombardia.

monasterio de cluny siglo XII

CARACTERÍSTICAS GENERALES

Las características principales de la arquitectura románica son: la jerarquía de la arquitectura dentro de las artes, el predominio de la iglesia, la cubierta de bóveda de piedra, la organización articulada y maciza del espacio.

– La jerarquía de la arquitectura dentro de las artes, subordinando a ella la escultura, la pintura y el mosaico.

– La iglesia es el edificio predominante, en una época en que la Iglesia domina la vida social y cultural. Más secundarios son los monasterios y los castillos. La construcción exige una capacidad económica considerable, por lo que las posibilidades de la comunidad explican las dimensiones, calidad y decoración de cada obra. Hay una disposición de la planta basilical en cruz latina (con desarrollo del crucero y del cimborrio), en sentido longitudinal con una cabecera dotada de ábside y a veces de girola.

– La característica fundamental de la arquitectura románica es la cubierta de bóveda de piedra, que exige fuertes muros de sustentación, con escasas aberturas y robustos contrafuertes. Los elementos de soporte son los muros de sillares, pilares y contrafuertes. Los elementos soportados son arcos de medio punto, triforio y bóveda de cañón.

– La organización articulada (tramos) y maciza del espacio, con fuertes efectos de claroscuro y luces rasantes que penetran por las escasas y estrechas aberturas (puertas y ventanas). El efecto macizo se incrementa por los toscos materiales de acabado.

ELEMENTOS ARQUITECTÓNICOS

Plantas.

Las plantas dependen de la función, visible en la cabecera: en las iglesias de peregrinación domina la girola, en las iglesias monásticas el coro.

Muros. gruesos muros, con pocas y pequeñas ventanas abocinadas (saeteras).

Materiales.

El sillar es el material básico de construcción. Los sillares son macizos, de piedra bien pulida, de forma regular (escuadrada).

Luz.

La luz es escasa, con fuertes efectos de claroscuro.

Columnas y pilares.

Las columnas son cilíndricas, del mismo grosor, y olvidan las proporciones clásicas. Capitel de hojas, imitación del corintio, con motivos vegetales, animales o historiados. Las columnas abundan sobre todo en los claustros, pero son poco relevantes en las iglesias. Los pilares son el principal soporte. Se distinguen los compuestos, robustos, con pilastras y columnas adosadas.

Cubiertas.

Al principio hay una cubierta de madera que será sustituida por bóvedas de piedra.

La bóveda de cañón es la gran innovación para cubrir las grandes naves basilicales, generalmente en tramos rectangulares, bóvedas de arista, bóvedas de cuarto de cañón  y de cuarto de esfera.

Cúpula en el crucero: como el crucero es muy difícil de cubrir, se usa a menudo la cúpula-cimborrio (cimborrio que aparece en el exterior), con apoyos en trompas y pechinas (una influencia bizantina). En ocasiones también se utilizó la torre linterna.

Arcos

Se emplean varios tipos de soportes: arcos fajones (también llamados perpiaños, dividiendo en tramos la bóveda de la nave central) sobre pilares, arcos formeros paralelos al eje de la bóveda, arcos torales en el crucero, y las medias bóvedas de las tribunas. Para soportar las bóvedas generalmente se usan arcos en el interior y contrafuertes en el exterior. El tipo de arco más común es el de medio punto.

Puertas.

Las puertas son abocinadas (como las ventanas), con arcos concéntricos (arquivoltas). Se distingue el tímpano entre el dintel y el arco, y el parteluz (una columna en el centro).

Torre campanario.

La torre campanario (a veces hay dos) está situada al lado de la fachada principal o en la cabecera. Es el elemento más vertical del templo.

Decoración.

Decoración en pintura o escultura, con temas vegetales, animales, figurativos… La decoración es muy rica, con pinturas murales cubriendo casi todas las paredes y con grandes conjuntos escultóricos en los portales y las ventanas, en los capiteles de los pilares y en las galerías de los claustros.

Simbolismo.

El simbolismo de las iglesias es notable por su complejidad. La planta con tres naves y transepto era alegoría de Cristo en la cruz. La cúpula central era alegoría de la bóveda celeste. Los pilares de los Apóstoles y profetas como fundamento de la Iglesia. Los muros del pueblo cristiano, un sillar cada hombre. El templo era el lugar de encuentro del hombre con Dios, en silencio y penumbra, en recogimiento espiritual.

TIPOS DE CONSTRUCCIONES.

IGLESIAS.

Iglesia románica

Iglesia románica

Iglesias de peregrinación.

Son las más completas y monumentales, hechas en Románico Pleno. Pueden ser catedrales en ciudades o templos de monasterios y acogen a multitudes de fieles y peregrinos. Tienen una gran unidad espacial, con una armonía y un simbolismo que suscitan la emoción de los fieles.

Los cinco mejores ejemplos son Santiago de Compostela en España, y San Martín de Tours, San Marcial de Limoges, Santa Fe de Conques y San Saturnino de Toulouse, en Francia.

cátedral Santiago de Compostela España

 

 

 

                                                                    cátedral San Martin de tours 

iglesia Santa Fe de Conques

 

Iglesias basilicales.

Se desarrollan en el Románico Pleno. Son menos grandes, con tres naves con transepto menor, cabecera con tres ábsides, a veces cimborrio en el crucero.

Ejemplos: catedral de Jaca e iglesia de San Martín de Frómista.

Iglesias de tipo rural.

Muy numerosas, servían para muchas funciones: religiosas, civiles y mercantiles. Se caracterizan por ser pequeñas, con materiales pobres. Plantas muy variadas: una nave de cruz griega, bien centralizada. La mayoría son porticadas.

MONASTERIOS.

Las órdenes monacales (sobre todo la benedictina) se extendieron por Europa, difundiendo la religión, cultura, arte, técnicas… Ubicadas en lugares apartados, se distribuían en un núcleo principal con el claustro, un gran patio con galerías de arcos de medio punto, ordenador de las dependencias: iglesia, sala capitular, refectorio, biblioteca, cocinas, dormitorios (en planta superior)… Destaca en España el monasterio de San Domingo de Silos (Burgos).

La estructura del monasterio.

Se presenta como una ciudad cerrada: centro religioso, cultural, económico, etc. Hacia él convergen fuertes recursos, aspirando a ser una unidad autosuficiente de producción en las actividades agrícola y artesanal.

El acceso es controlado y limitado al exterior de la comunidad (una puerta, un horario de acceso, un lugar de recepción). Dentro del recinto, todo está perfectamente pautado, ordenado y hasta jerarquizado, enfocado a conseguir el cumplimiento del camino de perfección elaborado a partir de la regla de San Benito de Nursia (siglo VI). La configuración del monasterio venía definida desde el siglo IX, tras un concilio celebrado en Aquisgrán. La referencia a esta planta ideal estará presente en la construcción de todos los monasterios, introduciéndose sólo algunas variaciones, pequeñas unas veces, de enorme contenido otras.

La vida gira en tomo al conjunto iglesia‑claustro, que ocupa el lugar central. Este conjunto, punto de intersección de la tierra y el cielo, es considerado como la Jerusalén celestial, la casa de Dios.

 

 

 

 

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